LA PARADOJA
Un relato sobre la verdadera esencia del
liderazgo
La Paradoja
de James C. Hunter relata la historia de John Daily, un ejecutivo empresarial, entrenador,
esposo y padre que parecía tener una vida muy exitosa. Sin embargo, con el paso
del tiempo John percibía como su vida se desmoronaba debido al pobre liderazgo
que ejercía sobre todos aquellos que asumía bajo su mando. Fue así como ese
descontento interior con el que John coexistía lo llevo a buscar soluciones en
un pequeño monasterio cristiano conocido como John of the Cross. Es aquí donde
John y otros 5 participantes descubren la verdadera esencia del liderazgo.
El primer día del
monasterio se definió el concepto de liderazgo como el arte de influir sobre la multitud para que trabaje con
entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común. Según
Simeón, el liderazgo es un arte ya que forma parte de una serie de habilidades
que cualquier ser humano puede aprender y desarrollar. Asimismo, la influencia
es otra característica esencial del liderazgo que hace referencia al acto de conseguir que alguien haga nuestra voluntad
a través de la autoridad y no del poder. Esto se debe a que la autoridad
es el arte que describe el carácter personal y la influencia que se ha forjado
sobre la gente, mientras que el poder es una capacidad que deteriora las
relaciones humanas e impide la realización eficaz de todo objetivo. Para
propagar autoridad sobre la gente un líder debe practicar ciertos comportamientos como el ser
ejemplar, comprometido, entusiasta, respetuoso, observador y humanista. Por
ultimo, la sesión del primer día termina con la indicación sobre la importancia
de llevar a cabo las tareas asignadas fomentando las relaciones humanas, lo
cual genera la confianza necesaria para mantener una buena relación y evita consecuencias
indeseables.
En la segundo secesión el enfoque principal se hace en el cambio de
paradigmas y en el esfuerzo que se requiere para reconstruirlo. Los paradigmas son
patrones psicológicos que nos encaminan en la vida, por ello es importante la
reconsideración continua de nuestras creencias respecto a nosotros mismos para evitar una parálisis personal mientras el medio
avanza. Uno de los paradigmas en el mundo empresarial que fue perfecto en su
tiempo pero que hoy en día ya no lo es, es el del modelo piramidal. En ese
antiguo paradigma los empleados están más pendientes en satisfacer al de arriba
(presidente) que en tener contento al de abajo (cliente). Por lo que el nuevo
paradigma de Simeón sugiere invertir la pirámide, para que el presidente,
vicepresidentes, mandos intermedios, supervisores y empleados se enfoquen en
satisfacer las legitimas necesidades del quien ahora se encuentra en lo más
alto, el cliente. Esto
nuevo modelo no solo obliga a todos los mandos de la empresa asumir una nueva
mentalidad sino que también establece que el papel del líder no es mandar y
dominar al de la casilla de abajo sino servir a los demás. En consecuencia la
pirámide invertida simboliza el modelo de liderazgo de servicio.
El tercer día Simeón construyo el modelo de liderazgo de la siguiente
manera:
El liderazgo empieza con la voluntad, que describe
la capacidad que tiene el ser humano de elegir que hacer para que sus actos
sean consecuentes con sus intenciones. Con esta voluntad, se puede elegir amar,
verbo que describe el comportamiento y la elección hacia aquellos que se
dirige, no al afecto emocional. Al mantener un buen comportamiento hacia los
demás un líder, por definición, esta dispuesto a servirles e incluso a
sacrificarse por ellos. Cuando se sirve y se sacrifica, se esta forjando una
autoridad o influencia. Y cuando se forja esa autoridad sobre la gente,
entonces es cuando se gana el derecho a ser llamado líder.
Ahora para entender el
liderazgo, la autoridad, el servicio y el sacrificio, es de gran importancia
conocer el verdadero significado de amor ya que generalmente solo
se asocia el con emociones agradables. En esta cuarta sesión el amor es categorizado
en ocho obras de carácter:
·
Paciencia: Mostrar dominio de uno mismo.
·
Afabilidad: Prestar atención, apreciar, animar.
·
Humildad: Ser auténtico, sin pretensiones ni arrogancia.
·
Respeto: Tratar a los demás como si fueran gente importante.
·
Generosidad: Satisfacer las necesidades de los demás.
·
Indulgencia: No guardar rencor cuando uno es perjudicado.
·
Honradez: Estar libre de engaños.
·
Compromiso: Atenerte a tus elecciones.
En resumen el amar puede
definirse como el hecho o los actos derivados de dar lo mejor de uno mismo por
los demás, identificando y satisfaciendo sus legítimas necesidades.
Otro punto primordial que se manifiesta
en la quinta clase es la del compromiso que tiene un líder en una empresa a crear el ambiente adecuado para producir el crecimiento
y la prosperidad como individuos y como partes de una organización. Para describir
como funciona el entorno, Simeón utiliza la metáfora del jardín y nos explica que nosotros no hacemos crecer las plantas,
lo más que podemos hacer es proporcionar el ambiente y la presión necesaria
para su desarrollo. De igual manera un líder solo puede establecer el entorno
adecuado, que la gente cambie
y progrese es una elección que no esta en sus manos sin embargo es fundamental
este acto de motivación.
En el sexto capítulo se destaca
la diferencia entre pensar y actuar en consecuencia. Recalcando las palabras de
Simeón, el liderazgo empieza por una elección que conlleva las responsabilidades
que voluntariamente se aceptan. Es cierto que aunque nosotros estemos sometidos a diferentes estímulos inevitables seguimos siendo libres de hacer nuestras propias
elecciones sobre nuestro destino. Además, otra de las glorias del ser humano es
nuestra capacidad de disciplinarnos para hacer de lo antinatural un fenómeno
natural y habitual. Para desarrollar nuevos hábitos sobre el liderazgo existen
cuatro etapas:
1.
Inconscientes e inexpertos: Se
desconoce el comportamiento o habito en cuestión
2.
Consciente e inexperto: Se es consiente
de un nuevo comportamiento, pero aun no se han desarrollado las destrezas
necesarias.
3. Consciente y experimentado: Se hace uno con las destrezas y se genera un
deleite.
4. Inconsciente y experto: Los nuevos
comportamientos se han incorporado como si hubieran sido parte de la
personalidad de uno desde el principio
Finalmente,
la semana de monasterio se
concluye señalando que las mejores recompensas requieren de dedicación, disciplina
y esfuerzo para ser logradas. Cuando se manifiestan estos actos de liderazgo se
tendrán recompensas como la influencia sobre los demás, una vida con propósito y
de conformidad espiritual, la obligación de salir de nuestro egocentrismo, el
privilegio de crecer y sobretodo una satisfacción interior de seguir los
profundos e inmutables principios de la vida, el gozo.
La Paradoja me ha motivado y me ha enseñado principios
universales sobre el crecimiento personal y la autentica autoridad del liderazgo.
Al igual que el protagonista de este relato, he reflexionado y aprendido mucho sobre
las consecuencias que nuestro comportamiento hacia los demás puede desatar en un
hogar, comunidad laboral y el mundo entero. El papel de líder es una vocación
de lo más alto que consiste en influir, servir, sacrificar, amar y elegir
voluntariamente la prosperidad de los demás. Además he identificado que el
tratar a otros seres humanos exactamente como uno desearía que ellos nos
trataran es el fenómeno más significativo que permite el éxito, el crecimiento
y la satisfacción de todos. Es muy cierto que existen diversos obstáculos en
desarrollar los principios de liderazgo necesarios para que nuestra vida
suponga realmente algo en la vida de los otros, pero la respuesta siempre ha
estado y seguirá permaneciendo en la capacidad del ser humano ha elegir su
destino. Gracias a James Hunter ahora más que nunca, tengo presente el motivo
de mi ser, mi necesidad de seguir influyendo y dar lo mejor de mi mismo para satisfaces las legitimas necesidades de mi
prójimo.
En conclusión,
el tener influencia sobre otros esta al alcance de quien lo decida. Es un reto que nos permite cambiar nuestros hábitos,
nuestro carácter y nuestra naturaleza. Esta mejora continua es crucial tanto
para las personas como para las organizaciones, porque nada en esta vida es
permanente. La naturaleza nos muestra con claridad que solo si se esta
creciendo se esta viviendo, de lo contrario el fracaso, la destrucción y la
muerte personal serán inevitables. Es por ello que la clave del liderazgo y la
gran verdad de esta vida son las relaciones con uno mismo y con los demás.